Mastitis

La mastitis es una infección del tejido mamario que se traduce en dolor de pecho, hinchazón, calor y enrojecimiento de la mama. Si usted tiene mastitis, también puede experimentar fiebre y escalofríos. La mastitis afecta más comúnmente a las mujeres que están dando el pecho (mastitis de la lactancia), aunque a veces esta condición puede ocurrir en mujeres que no están amamantando.

En la mayoría de los casos, la mastitis de lactancia se produce dentro de los tres primeros meses después del parto (puerperio), pero puede ocurrir más tarde durante la lactancia. La condición puede hacer que te sientas agotado y deteriorado, por lo que es difícil de cuidar a su bebé.

A veces la mastitis conduce a la madre a destetar a su bebé antes de que lo previsto. Sin embargo, es importante saber que puede seguir amamantando mientras tiene mastitis.

¿Cómo se reproduce en el cuerpo?


Con la mastitis, los signos y los síntomas pueden aparecer de repente y pueden incluir:

  •      Sensibilidad en los senos o calor al tacto
  •      Sensación general de enfermedad (malestar)
  •      Inflamación de la mama
  •      Dolor o una sensación de ardor continuamente o durante la lactancia
  •      Enrojecimiento de la piel
  •      La fiebre de 38.3 C o mayor

Aunque la mastitis ocurre generalmente en las primeras semanas de la lactancia materna, puede ocurrir en cualquier momento durante la lactancia. La mastitis durante la lactancia tiende a afectar a una sola mama.

¿Cuándo visitar a un médico?


En la mayoría de los casos, se sentirá enfermo con síntomas parecidos a la gripe durante varias horas antes de reconocer que hay un área roja llaga en uno de sus senos. Tan pronto como se reconoce a esta combinación de signos y síntomas, es el momento de ponerse en contacto con su médico.

Su médico probablemente querrá ver que confirme el diagnóstico. Los antibióticos orales suelen ser muy eficaces en el tratamiento de esta condición. Si usted ha tenido mastitis antes, el médico puede prescribir antibióticos a través del teléfono. Si sus signos y síntomas no mejoran después de los dos primeros días de tomar antibióticos, consulte a su médico de inmediato para asegurarse de que su condición no es el resultado de un problema más serio.

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