Impulsividad

Se trata de un constructo multifactorial que implica la tendencia a actuar por capricho, mostrando un comportamiento caracterizado por la falta de previsión, reflexión o consideración de las consecuencias. Un cierto grado de impulsividad se considera normal en la mayoría de las personas. El comportamiento impulsivo se vuelve significativo cuando es persistente, intenso y afecta al rendimiento en el trabajo, en la escuela o en las relaciones sociales.

¿Qué comportamiento causa la impulsividad?


El exceso de impulsividad o la falta de control de los impulsos, puede conducir a problemas de conducta o a acciones inseguras. Por ejemplo, los niños pueden correr impulsivamente en una concurrida calle sin mirar, agarrar un juguete a otro niño, golpeó otros, tirar cosas, o se comporta de otra manera inapropiados. Todos los niños pueden actuar de esta manera de vez en cuando, pero cuando esto sucede tras un considerable número de advertencias es importante tratarlo.

Los adolescentes y los adultos que carecen de control de los impulsos puede dejar escapar comentarios hirientes, no terminar los proyectos, tener problemas para escuchar, interrumpir con frecuencia o golpear sin motivo.

La impulsividad está además asociada con la condición conocida como trastorno de hiperactividad con Déficit de Atención, que se caracteriza por niveles altos de impulsividad, hiperactividad y distracción.

¿Posibles tratamientos?

El tratamiento puede variar de un paciente a otro, dependiendo del caso. Habitualmente el tratamiento se compone de diferentes estrategias que se emplean al mismo tiempo. Además de utilizar los medicamentos, algunos pacientes pueden beneficiarse de la terapia conductual, y en el caso de los niños además entrenamiento para los padres e intervenciones basadas en la escuela.
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