Gota

La gota es una forma común de artritis inflamatoria, una condición que afecta a las articulaciones y al sistema músculo-esquelético. Es la forma más común de artritis inflamatoria en los hombres, y aunque es más probable que afecte a los hombres, las mujeres se vuelven más susceptibles a ella después de la menopausia.

Se caracteriza por dolores graves que aparecen de forma repentina, enrojecimiento y dolor en las articulaciones, con mayor apunte en la base del dedo gordo del pie. Cuando afecta al dedo gordo del pie, la gota también puede ser referido como podagra.

¿Qué causa la gota?


La gota es causada inicialmente por un exceso de ácido úrico en la sangre (hiperuricemia). El ácido úrico se produce en el cuerpo a través de la descomposición de las purinas - compuestos químicos específicos que se encuentra en ciertos alimentos como la carne, aves y mariscos.

Normalmente, el ácido úrico se disuelve en la sangre y se excreta del cuerpo en la orina a través de los riñones. Si el exceso de ácido úrico se produce y no se evacúa lo suficiente, puede acumularse y formar cristales en forma de aguja que causan inflamación y dolor en las articulaciones y el tejido circundante.

Hay una serie de factores que pueden aumentar la probabilidad de la hiperuricemia, y por lo tanto la gota:

Edad y género:
Genética
Los modos de vida
Consumir una dieta alta en purinas también aumenta la cantidad de ácido úrico en el cuerpo
La exposición al plomo
Medicamentos como los diuréticos y los medicamentos que contiene salicilato
El sobrepeso

¿Posibles tratamientos de la Gota?

La mayoría de los casos de gota se tratan con medicación. La medicación puede ser utilizada para tratar los síntomas de ataques de gota, prevenir los brotes futuros y reducir el riesgo de complicaciones de la gota, como cálculos renales y el desarrollo de tofos.

Comúnmente los medicamentos utilizados son fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), colchicina o corticosteroides. Estos reducen la inflamación y el dolor en las zonas afectadas por la gota y se administran habitualmente por vía oral.

Se recomienda que beber de 2 a 4 litros de agua al día para reducir el riesgo de gota.

Hay muchas guías de estilo de vida y dietas que se pueden seguir para prevenir esta enfermedad:

Mantener una alta ingesta de líquidos (2-4 litros al día)
Evitar el alcohol
Mantener un peso corporal saludable
Comer una dieta equilibrada
Limite el pescado, la carne y el consumo de aves de corral
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